Los líderes locales y miembros comenzaron los esfuerzos de socorro poco después del terremoto distribuyendo alimentos y agua en Concepción. Los primeros informes indican que un miembro de la Iglesia ha muerto.
Líderes de la Iglesia han determinado que los alimentos, agua, tiendas de campaña, mantas, kits de higiene y colchonetas son necesarios para ayudar a las personas en la región afectada. Los representantes de la Iglesia en Chile han estado en contacto con el Ministerio en el interior del país, para determinar cómo la Iglesia puede contribuir más adecuadamente en los esfuerzos de socorro. El personal de respuesta de emergencia en la sede de la Iglesia están preparados para prestar asistencia, según proceda.
Los líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile entregaron seis toneladas de alimentos de los almacenes del obispo locales de la ciudad de Talca el 2 de marzo para ayudar a satisfacer las necesidades en varias ciudades al norte de Concepción. Un segundo envío de 20 toneladas de los alimentos se espera que llegue a Concepción el 3 de marzo. Dos envíos adicionales de los alimentos han sido enviados a las zonas afectadas al sur de Concepción.
"Si bien la pérdida de vidas y la destrucción es una tragedia de gran magnitud, no anticipamos que la situación en Chile llegará a ser tan devastadora como lo que hemos visto en Haití", dijo Lynn Samsel, director de respuesta de emergencia de la Iglesia.
A la mayoría de los centros de reuniones de los Santos Últimos Días en Chile le fue bien en el terremoto, aunque muchos están llenos de polvo. Al menos tres centros de reuniones sufrieron daños estructurales, y otro fue gravemente inundado. Una casa que sirvió también como un lugar de reunión fue arrastrado por el tsunami provocado por el terremoto.
Se han establecido contactos con todos los misioneros. Todos están reportados a salvo y muchos están ayudando en los esfuerzos de socorro.
Los misioneros que no pueden regresar a sus apartamentos se están quedando con los miembros o en centros de reuniones. Mientras que la comunicación ha sido un poco fiable para los líderes locales de la Iglesia, han tenido su mejor éxito de la comunicación a través de mensajes de texto.
El epicentro del terremoto de magnitud 8.8 se encuentra frente a la costa central de Chile, causando daños importantes en las ciudades de Santiago y Concepción.
El temblor duró unos tres minutos, pandeo carreteras y rompió las líneas de servicios de Transporte y comunicaciones, la energía eléctrica se cortó en la mayor parte del país. Los funcionarios chilenos han confirmado que más de 720 personas murieron en el terremoto, más víctimas confirmadas se espera en los próximos días.
Se calcula que dos millones de chilenos han sido afectados por el terremoto, al menos 500,000 viviendas sufrieron daños considerables. Decenas de réplicas, algunas tan altas como el registro de 6.9 en la escala de Richter, seguido sonajero la región durante el fin de semana.
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